
Stanislav Novačan era el segundo de los cinco hijos. Su padre era oriundo de Estiria y era gendarme de la armada austrohúngara, mientras que mamá era de Borovnica. Por el oficio de padre se mudaron muchas veces. Stanislav nació en Moravče. Más tarde su familia se mudó a Borovnica. Stanislav iba a la primaria en Podpeč y luego era alumno del liceo clásico en Liubliana. Al terminar la educación ahí, se matriculó en magisterio y se licenció en 1941. Entonces vivía en un internado mariano. El director del internado mariano en aquel entonces era Dr. Jožef Pogačnik, que más tarde llegará a ser el arzobispo de Liubliana. Stanislav se acuerda de él como a un pedagogo demandante, pero paternalmente afectuoso.
Se acuerda también de la imagen de Alojz Grozde como un joven alto y rubio que al conocerlo deja una impresión en el prójimo. Stanislav tiene recuerdos bonitos de la vida en el internado mariano. Encontró su primer empleo en Mirna peč. Cuando visitó a su familia en Borovnica durante la guerra, los italianos lo arrestaron y lo llevaron a Gonars. En aquel tiempo el hambre era la causa de las muertes numerosas de los prisioneros internados. Sin recibir los paquetes con comida desde su casa, las posibilidades de sobrevivir eran escasas. Stanislav tenía buena suerte en este sentido.
Al volver a su casa en 1943 cuando Italia capituló, logró no afiliarse a ninguna de las partes beligerantes. Pero por eso se ganó el apodo OR (oprezna rit, que quiere decir culo precavido). Así fue como llegó a esperar el fin de la guerra.
En 1945 con un decreto lo mandaron a trabajar en el colegio de Knežak (donde lo nombraron director). Luego lo invitaron a la sede del ministerio de educación en Liubliana y le asignaron otro puesto para enseñar. Lo enviaron a la aldea eslovena más occidental – Robidišče que por tres lados está rodeada con la frontera italiana. Entonces había alrededor de 200 habitantes en la aldea. Como maestro intercedía por la revitalización cultural de la vida en la aldea. Organizó un coro, grupo de teatro, veladas y de esa manera se incluyó en la vida de la aldea. Pero todo eso lo estropearon dos desconocidos, informadores, es decir los miembros de la UDBA de Tolmin que tocaron en su puerta un día en 1949. Le invitaron amablemente que colaborara con su organización, pero Stanislav rechazó su propuesta. Lo que siguió era el encarcelamiento, y además de él, encerraron a siete aldeanos más. Enceraron también a Irma Cencič de diecisiete años y oriunda de Robidišče que nunca volvió de la cárcel. Era muy bonita, joven y una soprano excelente. Stanislav reconoció también su voz al oírla cantar en la cárcel.

Del testimonio de Stanislav es posible concluir cómo la UDBA estableció sus redes por todas las aldeas eslovenas, por muy pequeñas y modestas que fueran. La falta de colaboración con la UDBA Stanislav la pagó con la cárcel y su empleo en Robidišče. Lo volvieron a Borovnica, donde se casó. Ahí empezó a enseñar en una primaria, llegó a ser el director y varias veces sintió de cerca como el sistema comunista se ancló en el entorno escolar – también en ese período estaba expuesto a varias presiones del partido. Aunque era conocido que las opiniones políticas de los empleados variaban, públicamente no conversaban sobre temas políticos entre sí. Uno de ellos tomaba nota sobre las peculiaridades de los empleados. Stanislav se jubiló en 1982.


Grabado: 7 de mayo de 2014, Borovnica (Eslovenia)
Entrevista realizada por: Marta Keršič, cámara: Mirjam Dujo Jurjevčič
Preparación para la publicación: Marta Keršič y Mirjam Dujo Jurjevčič